Cuidados ambulatorios para personas confirmadas con covid-19

Dra. Betsy Cervantes Coronado

Jefatura de epidemiología Hospital Puebla

Desde el inicio de la pandemia del síndrome respiratorio agudo por SARS-COV-2 (COVID-19) ha ocurrido otro fenómeno, el cual es el miedo o pánico a lo desconocido. Este fenómeno se ha diseminado en todas las sociedades igual de rápido que los casos de enfermedad por COVID-19. Esta reacción es totalmente normal, de hecho, es un instinto que todos los seres vivos tenemos y es un mecanismo de sobrevivencia. Sin embargo, conforme ha avanzado la pandemia se ha ido aprendiendo más sobre el virus SARS-COV-2 y de esta forma se entiende mejor la enfermedad en general  y las medidas necesarias para controlar y prevenir la misma. Aún así, existen más dudas que respuestas, dado a que es una enfermedad nueva y se necesita tiempo para entender científicamente su comportamiento. Gracias al avance de las telecomunicaciones que permiten compartir información en tiempo real y a distancia, se han podido mantener casi al mismo paso las actualizaciones necesarias para enfrentar la enfermedad.

Mucho se ha difundido sobre el COVID-19, tanto en revistas científicas, como en redes sociales. La mayoría sabe que pertenece a la familia de los coronavirus y que han existido en el pasado otros brotes más aislados en países asiáticos y del medio oriente por virus de la misma familia, específicamente, SARS y MERS. Gracias a estos últimos brotes mencionados, se tuvo una guía inicial de las medidas necesarias para la atención de los casos de COVID-19. Sin embargo, se ha visto que las personas no toman bien la noticia de ser diagnosticadas y mucho menos si su manejo es ambulatorio. Esto es entendible, existe la preocupación derivada en la incertidumbre de las complicaciones. Sin embargo, en México todavía seguimos la tendencia mundial en cuanto al porcentaje de casos que se tratan ambulatoriamente versus los casos hospitalizados. De acuerdo a la Dirección General de Epidemiología, en su última actualización del 6 de julio de 2020, de los casos confirmados por COVID-19, 70.06% tienen manejo ambulatorio y sólo 29.94% están hospitalizados. Entonces, ¿cuáles son los cuidados que se deben llevar a cabo para una persona con diagnóstico de COVID?

1. Quédese en casa.

De acuerdo a las recomendaciones de la CDC (por sus siglas en inglés del Center for Disease Control), si tiene confirmada la enfermedad o está cuidando a una persona con la misma, lo principal es quedarse en casa, excepto para conseguir atención médica. Esto tiene dos propósitos, uno es disminuir el riesgo de complicaciones dado a que, como con cualquier enfermedad, el sistema inmunitario se compromete al luchar con la enfermedad activa, esto vuelve a la persona más susceptible de contraer (“sobre-infectarse”) con otra enfermedad. En segunda instancia, evita contagiar a más personas, lo cual es un bien social.

2. Manténgase en contacto con su médico.

Aunque es cierto que la mayoría de los casos no se complican, es importante tener orientación médica por si empeora el estado clínico del individuo; y con la supervisión de un médico se pueda detectar oportunamente y brindar la orientación para el manejo necesario.

3. No auto-medicarse

Esta recomendación va de la mano con la anterior. Existen publicaciones sin validez científica, que promueven medicamentos para el COVID-19.  Se han sugerido muchos fármacos para el tratamiento del COVID-19 pero son complejos y solo un médico tiene el conocimiento para poder llevarlos a cabo con mayor seguridad. A la fecha no existe un medicamento demostrado científicamente para curar el COVID-19.

4. Vigile los síntomas

Es importante vigilar los síntomas de la persona y estar atento a los  “signos de alarma”. Estos son: dificultad para respirar, dolor o presión persistente en el pecho, alteraciones en el estado de consciencia (confusión, somnolencia, desorientación, etc.), color azulado en los labios o el rostro, temperatura mayor a 38°C la cual no cede aún con medicamento para la fiebre. Si se presenta alguno de estos, debe llamar a su médico de confianza para su valoración.

5. Medidas para el hogar:

    • Si es posible, la persona con COVID-19 debe permanecer en una habitación separada.
    • Cuando use el baño, además de lavarse las manos con agua y jabón, es importante rociar con algún desinfectante el escusado.
    • Cuando sea necesario salir a áreas comunes, como la sala, el comedor, etc., el paciente con COVID-19 debe usar una mascarilla, al igual que los miembros que se encuentren en el área. Si el cuidador de la persona con COVID-19 necesita entrar a la habitación de ésta, se debe aplicar lo mismo.
    • Es importante desinfectar las superficies en el entorno de la persona con COVID-19.
    • Evite recibir visitas innecesarias.
    • Evite estar por tiempo prolongado en la misma habitación con la persona con COVID-19. Por ejemplo, los alimentos se deben consumir por separado y los platos y utensilios se deben lavar con agua caliente, jabón y una solución desinfectante, de preferencia apartados de los platos del resto de la familia.

6. Higiene de manos

Es posiblemente la medida más importante y no sólo aplica cuando se tenga una persona con diagnóstico de COVID-19, también es importante para la prevención en general. Se deben lavar las manos con agua y jabón con frecuencia o utilizar una solución a base de alcohol gel a una concentración mayor al 60%. Agregado a esto, hay que evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca sin haberse lavado o desinfectado las manos antes. Si utiliza guantes para realizar alguna actividad, se debe lavar las manos antes y después de colocárselos y después de realizar la actividad se deben desechar de inmediato.

Finalmente, puede surgir la duda de cuánto tiempo se debe llevar a cabo el “aislamiento” domiciliario. Actualmente, no existen estudios científicos que hayan determinado con certeza el tiempo de duración del periodo contagioso. De acuerdo a la información científica-técnica del Ministerio de Sanidad de España en su publicación “Enfermedad por coronavirus, COVID-19”, el periodo de infectividad depende de la carga viral (cantidad del virus vivo) que tiene una persona. Basado en estudios científicos, se ha encontrado que la mayor carga viral está presente en las personas en los primeros días ANTES de la aparición de los síntomas y llega a su pico durante la primera semana después del inicio de síntomas. La controversia que existe se debe a que hay casos que el RT-PCR para COVID-19 se detecta más allá de los 14 días después del inicio de síntomas, pero algunos autores refieren que la carga viral es baja, lo cual implica que puede ser menos infecciosa la persona. Agregado a esto, se ha encontrado que también depende de la gravedad de la enfermedad que tuvo el individuo, es decir, los casos que tuvieron una enfermedad por COVID-19 moderada a grave, tienen un periodo de infectividad más prolongado que una persona quien curso asintomática o con enfermedad leve. Por este motivo, lo recomendable, es seguir las indicaciones de un médico, pero mínimo, el aislamiento domiciliario debe ser por 14 días a partir del inicio de síntomas o detección del COVID-19 (en pacientes asintomáticos), o después de tener 2 pruebas de RT-PCR para COVID-19 negativas realizados con mínimo 24 horas de diferencia.

Por último, como se mencionó al inicio, en la actualidad recibir el diagnóstico de enfermedad respiratoria por COVID-19 puede tener un efecto emocional y mental abrumante en las personas. Es muy importante mantener la calma y contar con un sistema de apoyo familiar. Aún más importante es evitar la discriminación de estas personas. El COVID-19 no es la única enfermedad infecciosa que puede tener repercusiones serias, por lo que no debe ser motivo de vergüenza o discriminación. Siguiendo las medidas de prevención podremos cuidarnos entre todos.

 

 

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Dra. Betsy Cervantes Coronado